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Cuidense, y que no los apoyen.
¡a quien no le gustan las fiestas! A mi, a vos, a él, a tu abuela –je, si te contara pibe-, ¡a todos! Cansado de ver como jugamos a ser pre-púberes entrando al guardarropa de nuestros padres y mofándonos de sus hábitos, ‘esto usabas, ridículo’.
Lástima que ese placard es nuestro placard y esa ropa, ¡era la que usábamos nosotros! Haciendo racconto:
- fui a Disney
- comí por 50c en McD
- jugué con micro machines
- comí Pringles
- fantasee con viajes a Cancún
Cuenta alguien muy parecido a todos: “Me embriagué del licor cambiario, creí ser feliz nadando en el consumo desmedido, besé las hermosas mujeres de otros pueblos allende las fronteras y, sin ver lo que había delante de mi, tropecé y caí al piso como un borrachín cualquiera. Cuando el licor se acabó, me echaron del bar.”
Y para este que escribe, los noventa fueron una fiesta loca, la música sonaba fuerte, todos gritaban y reían y corrían a la barra por más y más. Uff, y algunos (muchos!) quedaron afuera haciendo la cola para entrar! Y eso era también lo divertido, ver que la celebración era privada y vos estabas invitado. Porque no hay lisonja más lindas que la invitación exclusiva.
Todos tomaron y bebieron e hicieron boludeces. Estuvieron con otras mujeres, miraron escotes tentadores y hasta le tiraron onda a una prima. Cosas que nadie quiere acordarse.Y la fiesta terminó y como todas las fiestas, nos despertamos a la década siguiente jurándonos que no vamos a volver a beber nunca más.
Tomalo, y sacamelo de acá a este gil!
"Pelé debutó con un pibe, ¡gil!"
Siempre pensamos que los brasileros son nuestra representación antagónica, que nosotros los argentinos, más que nada los porteños, somos todos tristes, grises y lacónicos y que, por el contrario, ellos son la alegría, la joda y la buena onda.
Bueno… ¡NO!
Entre sus usos y costumbres descubrimos un denominador común: arruinan mitos y records. Esta es su naturaleza, esta su función en la tierra.
Ni hasta irnos a las manos! Los sucios hasta inventaron dos artes marciales, una que te enseña a bailar mientras tratan de pegarte y la otra que te tira al piso y te viola! (Capoeria y Brazilian Jiu Jitsu).
Por eso, no son alegres, solo se ríen de nosotros.