Friday, October 14, 2005

Pensaba que un tachero era alguien que vivía en un tacho

Es, tal vez el taxista el ser más representativo de la sociedad urbana. Sus prodigiosos ojos observan inquisidores cada falda, cada pantalón ajustado, no pierden ningún detalle, no pierden ningún momento para alimentar su onanismo. Cómo así no pierden tiempo en bajar la ventana a repartir elogiosos versos sobre anatomía. Incluso, algunos más osados reparten loas y van más allá y en sus complicados giros linguisticos mezclan sus dos pasiones, autos y carne (*): 'tantas curvas y yo sin frenos'.
Ese señor al volante generalizado nos ha visto en todas. Fue un fiel consejero el día en que las polleras (pantalones) nos golpeaban. Compañero comentarista de fubo' de partidos que no nos interesan y (de)formador de opinión sobre temas que afectan indiferencia. Castigador fue cuando, en represaria por una frenada trapera, adornamos su tapizado de miles de colores biliares.
Este extraño ser ha desarrollado una increible capacidad, escuchar radio AM con un solo oido (**), prestar atención a las internas que se desarrollan en su handy (móvil 345, -Chiss- ¿Ud. se sienta en el pelado? -Chiss- Afirmativo Central -bip-), realizar un comentario sobre la marcha del país y rematarlo con un 'e' así', doblar e insultar al peatón. Todo en una misma maniobra, todo en un mismo instante.
Algunas pequeñas anécdotas con los señores:
Taxista I:
Temeroso me subo a un taxi zigzagueante. En seguida entro en confianza con el hombre cuya verborragia contabame tanto de su vida como sobre su preferencia hacia los travestis. 'Son casi minas, bah, pibe, son mejores que las minas, saben lo que le gusta a los hombres'. Hasta sus opiniones sobre el derecho de poseción de Italia sobre Etiopía y el fascismo universal estabamos de acuerdo, pero ahora empezabamos a discentir. Y más aun, empecé a temer. Su charla ya empezaba a complotar contra sus reflejos al volante, también lo hacía su botella de cerveza entre las piernas. Y tuve más miedo. Fue entonces que, para calmarme me dijo que era la segunda. Eso me tranquilizó, ¡podría haber sido la cuarta hombre!¡Afortunado yo! A pocas cuadras de mi casa detiene, gira su ajada cara y me mira, guiña el ojo y susurra cómplice 'me via echar un meito'.¡Y lo hizo!¡Río amarillo!¡Qué coraje! Salí corriendo.
Taxista II:
Subo con mi guitarra al vehículo de alquiler, empezamos a hablar de rock nacional, Los Gatos (esta vez, la banda) y, viejo chamuyero, pensé. En un rapto de confianza confieza ser el baterista de Los Gatos. Morochón, getón, minga que te creo. Cada vez pensaba más en mi guitarra, me la iba a punguear. Llegado a nuestro destino, voltea, pone su mano en mi pierna y sonrie. 'Seguí con la música pibe'; sí, me la iba a punguear. Sonreí también, 'jajaraja' le dije. Jajarajá. Vuelvo a casa, el hijo de puta era.

(*) en todas sus formas, ya sean feminas o asado.
(**) el otro obstruido por un dedo higiénico.

14 comments:

Anonymous said...

Era el baterista nomás? que loco...
la cantidad de anécdotas resultantes de los viajes en tacho es increíble no?
Espero que nunca me toque subir al degustador de trabas que te tocó a vos.
Saludos!!

Anonymous said...

De los tacheros, ODIO:

- que manejen a 3km/h cuando van vacíos (y a veces aún con pasajeros a bordo)

- que te tiren el "coche" encima para hacerse los vivos y cuando te das vuelta para propinarle una buena puteada o un gesto obsceno, te miran con cara de líbido (holaaa!!! gordo de mierrrda no me tocarías ni en un millón de vidas!)

- similar a la anterior, que ojeen por el retrovisor con misma actitud pajeril

- que me hablen cuando no tengo ganas y menos cuando hablan de pelotudeces o te usan de psicólogo

- que te digan "uy me matas, no tenés más chico?" cuando le das un billete de DIEZ PESOS A LAS 12 DE LA NOCHE!!!

- que elijan el camino más largo o la calle más embotellada

- que fumen y encima te digan "no te molesta, no???"

- que escuchen música de esa que te provoca arrojarte al asfalto casi sin dudarlo

- que tarden en darte el vuelto

- que te digan "cerraste mal" cuando YA te diste cuenta y YA abriste la puerta para volver a cerrarla debidamente

- que sus vehículos tengan olor a m*, o bien, demasiado olor a limón

Son muchas cosas (faltaron miles pero no quería aburrir). Tacheros... son una raza aparte. Así y todo, qué molesto es cuando los necesitás y no aparecen!

Anonymous said...

Lo mas loco de todo es que se manden las cagadas con vas arriba(poniendo en riesgo tu integridad fisica) y encima te digan "Son todos pelotudos"

Anonymous said...

Genial pop! :-) totalmente cierto! you are all :-P

Anonymous said...

Totalmente de acuerdo con todos, pero lejos los peores son los tacheros religiosos. Subís y el auto tiene más cruces que una necrológica y apesta a ajo o incienso o, worst case scenario, ajo tapado con incienso.
Me tocó viajar con uno, moreno, cara de hindú, una especie de Peter Seller quien, a modo de adoctrinamiento me torturó con FM 'canto gregoriano' todo el viaje y todo casi sin decir palabra!

Anonymous said...

A mí hermana la llevó el supuesto inventor de la canción de Tubby. Si es eso verdad... hay alguna relación que desconozcamos entre los músicos en decadencia y los taxis? Veremos dentro de poco a los intengrantes de la Bersuit manejando un tacho? =O_o=?

Teniente General Bastit, demostrando que la justicia es la espada del sabio en la guerra dela vida ®

Joseph said...

La verdad, es muy loco lo de los tacheros... tengo varias anécdotas con ellos, buenas, malas...

Se haría muy largo este comment, pero por experiencia, salir borracho de algún lado y tomarse un taxi "por seguridad" no garantiza que el quía esté menos borracho que vos.

Saludos.

Medias para Ojotas said...

Y era nomas, y encima te dio un consejo... Que feo, que desconfiado... nuuuuuu
Y bueno asi esta el pais, ni a un cura se le puede creer. Obvio que vamos a desconfiar de un tachero. Tan buena esta tu guitarra? puedo verla? jejej

Mundo del Cinismo said...

Hará cosa de un mes, al término de una cita devenida en fracaso, subí un taxi que me llevó de regreso a casa por autopista. Mientras le relataba la noche me distraje, pasamos la bajada correspondiente y nos topamos con un peaje que podríamos haber evitado.

Pero se ve que el tachero se conmovió con la historia, porque al llegar a casa no me quiso cobrar el peaje de más.

Anonymous said...

Siguiendo con el estilo de Milu,ODIO DE LOS TACHEROS:

-Que te hablen durante todo el viaje pretendiendo ser desde psicologos hasta analistas politicos;
-Que nunca tengan cambio;
-Que SIEMPRE escuchen malas radios-Radio 10 encabeza la preferencia de estos seres-;
-El olor a limon o lavanda barata que te marea al subirte;
-Que te miren de forma libidinosa,demostrando que tantas horas sobre el asfalto les deja poco tiempo para sus mujeres;
-Que,una vez que prendieron un cigarillo,te pregunten "¿Te molesta si fumo?"...Tarde,imbecil,ya me llenaste de olor a cigarillo y me ahogaste con el humo!
-Que no conozcan el recorrido para llegar al destino indicado...OK,entiendo si te mando a Haedo,pero ¿como puede ser que un tachero no sepa direcciones de hospitales,universidades,shoppings y otros puntos claves de la ciudad?
-Que te pregunten cosas sobre tu vida,honestamente:¿que le hace pensar que quiero que sepa que estudio,si trabajo,si tengo novio,etc,etc,etc? Callese y maneje,señor!;
-Que te subas,solo para descubrir que el hombre en cuestion esta completamente alcoholizado -esto me paso recientemente,el hombre parecia salido de una fiesta con Diegote,Charly y Sabina-...SEÑOR,ME QUIERO BAJAR DE ACA YA!

Y la lista podria seguir on and on,pero no recuerdo nada mas en este momento...

Saludos,Chipi!

PD:Falta solo una semana para el BUE*...(-:

Mundo del Cinismo said...

Sí, sí, sí, aunque más que para el BUE, diría que para Costello (que no es el Costello de Brutal youth, Almost Blue ni My aim is true, sino el Costello que compone sinfonías inservibles y que está casado con una jazzista de fm que está buenísima, pero bueh, sigue siendo Costello).

Anonymous said...

Ey! Estrenando perfil? buena foto! ;-)

Andy grey said...

Uh no!... los taxistas son de lo peor!.
Apenas te ven bajar de la vereda te tiran el auto encima, te tocan bocina por más que ya lo hayas visto y la mayoría tiene un humooooor.
La última que me pasó fue de subirme a un taxi donde el señor tachero manejaba con el diario abierto y apoyado sobre el volante, prestándole más atención a la sección de deportes que al tránsito -esto en pleno día de lluvia(!!!)-.

Anonymous said...

Voy a dejar de ser Mr. Goodman y seré Mr. Badone y mataré a quien inventó los spam.